3/3/85

Shultz afirma que "nada ha cambiado" tras entrevistarse con Daniel Ortega (3-3-1985)

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, se entrevistaron en la mañana de ayer durante 40 minutos. La reunión se celebró en el hotel montevideano donde se aloja la mayor parte de las 72 delegaciones internacionales presentes en el país para la asunción de Julio María Sanguinetti como presidente constitucional uruguayo. "No veo que nada haya cambiado de manera significativo", dijo Shultz tras esta entrevista. Ortega, por su parte, manifestó que su país es partidario de la retirada inmediata y total de los expertos militares de América Central.

Tras el contacto de ayer, el primero entre los dos Gobiernos desde que Washington rompió en enero las conversaciones de Manzanillo (México), Shultz agregó: "Quizás exista un reconocimiento general de que el centro de negociaciones debe ser el proceso de Contadora, y cuanto antes vuelva todo el mundo a él mejor irán las cosas". Ortega precisó que Estados Unidos había desoído las propuestas nicaragüenses y que por esta razón Managua había emprendido medidas unilaterales, a fin de ver si Washington hacía un esfuerzo para aproximar posiciones.Previamente, en una conferencia de prensa, Shultz, evidenció su mal humor al ser asediado con preguntas referentes a Nicaragua: "Estamos aquí", dijo, "para celebrar la vuelta a la normalidad democrática del Uruguay, situación que no se ha producido en Nicaragua". Trascendió, no obstante, la satisfacción estadounidense por la próxima liberación del exiliado José Manuel Urbina Lara, y por la retirada de asesores soviéticos de Managua, pero Shultz mantuvo su posición de no considerar como legítimamente democrático al régimen nicaragüense.

Se considera muy positivo el mero hecho del encuentro, que ha sido propiciado por el presidente del Gobierno español, Felipe González, el presidente colombiano, Belisario Betancur, y el propio presidente uruguayo, Julio María Sanguinetti. El viernes, Shultz se entrevistaba con Felipe González en una salita del Congreso uruguayo. Después mantuvo distintas reuniones con los presidentes de Costa Rica, Colombia y Guatemala, además de con los cancilleres de Honduras y El Salvador.

Por su parte, Daniel Ortega mantenía contactos con Felipe González, Belisario Betancur, el presidente guatemalteco, Carlos Humberto Mejía Víctores, y con el canciller venezolano, Isidro Morales.

Mediación española

González, a quien se atribuye un papel decisivo en la mediación, declaró que el encuentro era un símbolo de que el conflicto nicaragüense podía entrar en una nueva vía superando el fracaso de Contadora y la interrupción de la relación bilateral establecida en Manzanillo entre EE UU y Nicaragua. "Las últimas decisiones de Nicaragua", dijo el presidente español, "tienen una importancia política que cabe apreciar, y que deben tomarse como un gesto de buena voluntad que puede dar paso a una nueva dinámica tanto en Contadora como en la relación con EE UU."

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