29/3/11

LAS MINAS DE AZNAR (29-3-2011)

Antes que el pensamiento único tildara a Aznar de asesino,  el entonces Presidente detonaba la última mina fabricada en España.  Era un buen negocio:  contrapersonales,  antitanques  y las criminales “Claymore “ que al pisarlas saltan  como una rana y explosionan  a la altura del tórax. Las primeras  son las más solicitadas  porque son mutilantes  y enredan  al enemigo en la atención a sus  heridos,  despiezando en la postguerra a la población civil. El belicista Aznar firmó el Convenio Antiminas,  contra el criterio estadounidense que las planta  por millones en la frontera  de Corea y escenarios  aleatorios. Ningún pancartero agradeció el gesto, y ahora el “ stock “ se usa para formar zapadores.  España  es un importante fabricante de armas:  buenas  pistolas,  fusiles de asalto y subfusiles  ametralladores,  granadas, misiles  “Milano “ guiados por hilo,  el carro sobre ruedas “ Pizarro “,  transportes  blindados de infantería, munición de todo calibre, explosivos,  guardacostas, submarinos “ Dafne “,  fragatas  y hasta portaviones como el “ Rey Juan Carlos” que quisieran comprar los australianos. Zapatero ha vendido buques y aviones “ CASA” hasta a  Hugo Chávez y otros estados gamberros, enojando a Washington y  elevando a la enésima potencia nuestro desparrame militar.  Para  los hipócritas pacifistas lo de menos  es la comparsa en Libia. Que lleven el “ no a la guerra “ a las cancelas de las fábricas militares para mandar miles de obreros al INEM. Negar la guerra es tan intelectual como negar la  muerte. Éste Presidente no es Gandhi,  ni Tolstoi, y su único talante ya olvidado, fue el del fariseo. Ya no vendemos las minas de Aznar y sí hasta tirachinas para que se maten los pobres.  

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