Conocí a Luis Moreno -Ocampo en la Corte Federal de lo Criminal, en
Buenos Aires, durante el juzgamiento de las primeras Juntas argentinas. El Fiscal General de la República, Julio César
Strassera, lo había escogido como ayudante: tenía 30 años, no se había significado políticamente, era
ambicioso y podía bregar con la ausencia de informática, telefonía móvil y hasta mecanógrafas. Las fichas de los imputados se guardaban en
cajas de zapatos. Strassera pasó un infierno inyectándose insulina en los
recesos para no desmayarse. El Presidente Alfonsín lo envió de Embajador a
Suiza no para compensarle sino para alejarle de la orden de asesinato librada
por la Triple A. Paseando con él por Corrientes llegaba desde la otra acera de la
avenida el peor insulto : “ ¡ La concha de tu madre!”. Moreno- Ocampo es doctor-porque en Argentina a todos los
abogados les dan ése trato, y tras abrir un bufete tuvo gran éxito con “ Forum “, un casposo
programa TV en el que intermediaban en problemas familiares y vecinales. Se encontró con
Baltasar Garzón, reconociéndose como
almas gemelas: sin mucha ciencia
jurídica, enfáticos, codiciosos, amantes de la publicidad y atentos al filón
profesionalizar se en los Derechos
Humanos. Garzón estaba destinado para el
Tribunal Penal Internacional, pero al no hablar inglés, hubo de dejar paso a su
amigo porteño, al que aspiraba a suceder y que lo ha hecho asesor en La Haya
mientras lo juzgan por tres causas en Madrid.
Gaddafi recibirá Justicia pero
también habrá arribismo y escabel. quienes lo esperan. Dos cabalgan juntos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario