Para la imaginería de ésta desestructurada dirección socialista a
la derecha del Partido Popular no hay nada, ni a la diestra de Mariano Rajoy
habita nadie, por eso se refieren a ellos como extrema derecha o derecha
extrema sin molestarse en viajar mentalmente por las carreteras secundarias de
la política europea donde verdes de ocasión, gamberros, piratas y nazis van
encontrando su democráticfo acomodo. Cuando José María Aznar entró en La
Moncloa fue vituperado por esa derecha irredenta que le reclamaba la
desclasificación de los papeles del CESID que podrían incriminar a Felipe
González en la guerra sucia de las cloacas del Estado. Aznar mantuvo su
criterio de que la Nación no debía desestabilizarse a garrotazos en cada
alternancia política y se abstuvo de destripar el felipísmo, mientras la
nomenklatura socialista le agradecí<a el gesto reputándole de asesino por las calles. El PSOE nació como
colaboracionista de una dictadura con un Pablo Iglesias jugando a la legalidad
y la subversión, siguieron por la revolución antirrepublicana de 1934, luego el
paréntesis, la financiación ilegal, el robo del erario para enriquecimiento de
altos cargos, continuaron enterrando a la gente en cal viva y acabaron
desplumando los faisanes. Al juez Ruz le han ralentizado el caso para no dañar
más al Gobierno que piso´ la ley y la moral para acordarse con el diablo como
Fausto. Al no leer a Goethe no saben el final de la historia. Me adelanto a
suponer que si Rajoy es Presidente no se comerá el faisán ni dejará a Rubalcaba
y a Camacho a los pies de los caballos. Ylos que hoy se benefician de su
moderación le darán las gracias acusándole de fundamentalista reaccionario.
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