El peor padecimiento es el
sufrimiento de los demás, e igual que existen analgésicos físicos que no
sienten el dolor hay anestesiados morales incapaces de empatizar con las
agonías de su prójimo. Ariel Castro, el monstruo de Ohio, negoció su muerte por
una cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional y anteayer se
suicidó( o le suicidaron), logrando al fin justicia. Tras diez años inflingiendo
horrores a las chicas secuestradas nadie levantó la bandera de su reinserción.
Eso queda para el último segundo de riego cerebral si es que en un acto de
contricción te re-ligas con tu dios. Desde Dostoiesky despierta más simpatías
el castigador que el castigo, no siendo la recuperación social de delincuentes
aberrantes condición primigenia de ninguna legislación. Hasta nuestra
Constitución está mal leída porque orienta la pena a la reinserción pero no
disuelve el castigo en una olla de psiquiatras, psicólogos, terapeutas y
ángeles custodios penitenciarios. Lo primero es el castigo conque la sociedad se defiende, y luego viene, si
hace al caso, la reconversión del sociópata en sociable. Como los biempensantes
se oponen a la cadena perpetua revisable que quiere aplicar a cámara lenta el
Ministro Ruiz-Gallardón, aquí, en un ejercicio de ucronía temporal, tendríamos
en libertad a Jack el destripador y al emérito doctor Josef Mengele,
médico-jefe de Asuschwitz. ¿ Por qué no iban a cambiar sus interconexiones
neuronales modificándoles el contexto?.
Serían probos ciudadanos, alejados de sus malsanas influencias ambientales.
Esas teorías heredadas del buen salvaje roussoniano ni son científicas, ni
solidarias ni progresistas. Concepción Arenal, pionera del desaparecido
feminismo católico, acuño aquello tan respetado de:”Odia al delito y compadece
al delincuente”. Su discípula Victoria Kent llevó su axioma al extremo de no
cerrar las verjas de las cárceles para que los presos no sufrieran
claustrofobia y Manuel Azaña hubo de destituirla pese a su popularidad. Hay
licántropos que, desdichadamente, han de extinguirse en penitenciarias de
máxima seguridad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario