8/9/13

EL DERECHO DE PERNADA (8-9-2013)

Como si no bastaran los espantos de la peste negra, que duro decenios, y despobló Europa, el imaginario popular contemporáneo insiste en considerar el derecho de pernada como una de las tradiciones barbarás de la Edad Media: la prerrogativa del señor feudal a yacer primero con la doncella recién desposada en sus dominios. Señores de horca y cuchillo hacían cosas peores pero la pernada nunca fue una institución, una norma, una costumbre. Como el morbo es inextinguible algún medievalista se ha agarrado a un clavo inverosímil suponiendo que el derecho de pernada suponía el privilegio del señor a colocar una pierna sobre el tálamo. Si lo hacía en pie habría de ponerla en 90 grados sobre el jergón, posición harto incomoda para tan poco provecho, salvo el visual. O aparejarse  una cama junto al lecho nupcial y despatarrarse hacia los novios. Resulta mucho menos complicado admitir que jamás existió tal monopolio de la doncellez, y si el derecho de pernil por la que los recién desposados tenían la cortesía de ofrecer una pierna de cordero, o de cerdo, ternera o vaca, según su condición, al señor del castillo para su degustación. Un tributo más pero nada que ver con la pornografía del Medioevo. El derecho de pernada es algo que nunca existió y a lo que se sigue dando vueltas tal como la independencia de Cataluña.

El ilustre catalanista Francesc Cambò se exilio en Buenos Aires, y al líder socialista Indalecio Prieto, siendo ministro de Defensa de la Republica durante  guerra civil, le informaron que padecía cáncer. Don Inda comento: “! Pobre cáncer!”. Pero no por desdén del hombre que muere  sino en un irónico reconocimiento a la gran inteligencia de Cambo. Hoy los próceres del secesionismo catalán carecen  de grandeza y estatua. No hay Washington, ni Ben Gurión, ni Cavour, ni Bismark. Cuando un español quiere levantar una independencia se va a Irlanda, como de Valera. Artur  Mas es un politicastro destructor de su propio partido, el peor administrador que ha dado España y un gustoso  de su aire de Clark Kent buscando criptonita. Oriol Junqueras, el jefe del jefe, tiene una buena distancia corta pero porque más que un profesor es un cachondo. La estelada aragonesa del independentismo no da cobijo a nadie con una obra intelectual, una brillantez oratoria, un crédito investigativo, una trascendencia para los propios, una proyección internacional. Y para colmo de mendicantes el huevo del secesionismo está podrido por una corrupción que ya la quisiera para sí el social-sindicalismo andaluz.


Su argumentario comparativo es de parvulario. Jordi Pujol (Bismark de España, Garibaldi en Cataluña) se miraba mucho en Israel, olvidando el judaísmo y la Soah. Por un tiempo estuvieron obsesionados con las islas Feroe  que querían independencia y que los daneses  les sufragaran el Presupuesto. Desde que el general De Gaulle alzara los brazos en uve en la cuidad para gritar “!Viva Quebec libre!” los quebequenses no han hecho otra que retroceder hacia un interesado escepticismo. El último escalón es Kosovo, espejo de todas las virtudes de la civilización histórica, autonomía serbia y punto negro de la política Europea. Tendrán que regresar Bill Clinton y Javier Solana para bombardear un Madrid dado a la limpieza étnica, tal como bombardearon Belgrado. Siempre se les olvida Texas que conseva su Constitución republicana previa a su anexión a la Unión. Por su tamaño  y siendo un pozo de materias primas, alimentos y tecnología surgen de tarde en tarde en Austin unos Mas y Junqueras argumentando que el Gobierno Federal es un vampiro que succiona sus riquezas y añoran la guerra de Secesión pero con otro final, aduciendo que independientes serían una poderosa nación. Pero hasta ahora a Washington no mandan tropas sino Presidentes. La cadena humana del martes con independentistas, incluidos los impúberes, cogidos de la mano, la proponen a lo largo del país para no rebasar sus 400 kilómetros (no podrían hacerla a lo ancho), lo que denota que Cataluña es una autonomía pequeña que nunca fue independiente, ni poderosa ni extensa como Texas. Secesionismo folklórico y cirquense con clubs de futbol, inmersión lingüística y luego mucho “Freedon for Catalunya”, teorema de juegos malabares con las balanzas fiscales para demostrar el imposible de que los catalanes mantienen al resto de los españoles, política exterior allá donde ignoran donde esta Cataluña, y sesudos proyectos de papel sobre las Fuerzas Armadas catalanas. Se recomienda el estudio sobre las FAS de la Republica Oriental del Uruguay, el Paisito. Sus cuatro destructores siempre están fondeados en Montevideo por vías de agua y nunca llega el dinero para las alpargatas de la tropa. Estados Unidos los obsequio dos reactores de combate: uno lo dejaron en hangar para canibalizarlo, y el otro en cuanto despegaba violaba el espacio aéreo brasilero, paraguayo o argentino, con lo que solo podía volar operativamente sobre las soledades del Atlántico Sur. En vez de mirar a Costa Rica que suprimí constitucionalmente el Ejercito estos españoles quieren irse para ingresaren la OTAN. El nosotros solos ( Seinn Fein)no es filosofía para un pueblo. Los hombres sin estatua que alimentan este sarao, esta sardana longuinea, pretenden una consulta por” collons” y es que en cuanto les rascas la solapa aparece el” botigers”, la intelectualidad del tendero. En 1714 algunos catalanes perdieron la Guerra de Sucesión apoyados por los austracistas y ante tropas francesas. Tan españoles eran los que secundaban  al Borbón Felipe V como al Austria Archiduque Carlos. La independencia ahora de un condado de una de las naciones más viejas del mundo pertenece al ideario del torero Rafael  el Gallo: “Lo que no pué ser, no pué ser; además es imposible”. Sin los medios de comunicación, que tanto alientan, los independentistas catalanes cabrían en el Tibidado.

1 comentario:

  1. Porque hablas de lo que solo conoces para rellenar un blog vetusto, mal escrito, lleno de caspa ancestral concebida en tiempo de los Reyes Católicos? Realmente te satisface soltar toda esta altisonante bazofia?
    No suelo hacer este tipo de comentarios, pero tu prepotencia, incultura disfrazada de lenguaje pseudoculto y falta de cualquier rigor asociado a una sensibilidad nula me han incitado a intervenir publicando este comentario.
    Saludos, y sepas que todo y ello, respeto tu opinión.
    Expreso la mía tan libremente como tu has publicado la tuya, por lo que espero tu reciprocidad.

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