Inocencio Arias –Chencho- es un brillante
diplomático caracterizado por su gran
capacidad de comunicación bajo su sempiterna pajarita. Ha sido secretario de
estado de Cooperación, Portavoz del
ministerio de Asuntos Exteriores y Secretario del mismo además fue Embajador de España en la ONU y en su vida
privada Director General del Real Madrid. He visto en su casa una fotografía en
tamaño normal de Emilio Butragueño.
Ha contado algo que puede
explicar su actual exilio en Los Ángeles como Cónsul General de España. El
actual ministro de Exteriores Miguel Ángel Moratinos, católico confeso, amante
de los árabes y buen degustador del vino de Bourdeux, casado con una francesa,
solicitó un alto destino internacional después que fracasaran sus negociaciones
con Yasser Arafat.
Kofi Anam Secretario
General de las Naciones Unidas, se
entrevistó con el presidente Aznar en el
Palacio de la Moncloa, y a éste se le olvidó reclamar la aspiración del diplomático. Chencho Arias se llevó al
Secretario al Bernabéu y aprovechando el interregno del partido, se fue con él
a mear y en el mismo mingitorio le explicó las necesidades y deseos de Moratinos que respaldaba nuestro gobierno.
Hete aquí que también a Anam debió olvidársele el recado y nuestro ministro de Exteriores quizá se sintió
ninguneado y declaró odio eterno al Partido Popular. Sin embargo Inocencio
Arias tiene en su haber el haber sido un leal servidor del Estado con la UCD,
PSOE, PP y al Real Madrid. “La trastienda de la diplomacia” de Chencho y una
joven escritora y periodista Eva Celada (“Plaza y Janes”) es un amenísimo
recorrido tras los entretelones de la política internacional desde Eva Perón a Barack Obama y sólo le
reprocho que no acierto a discernir si leo textos literales de Arias o
recopilaciones de la coautora, aunque eso puede ser manía de bibliómano.
Lo primero que hice al llegar a Buenos Aires
fue visitar la tumba de Eva Duarte en el exclusivo cementerio de la Recoleta.
Está en un panteón modesto prestado por otra familia pero nunca le faltan
flores. Los autores son muy generosos con Evita, que vino a España cuando
estábamos aislados, tirando dinero a las masas, pero su genio y su carisma
fueron uterinos y fue una buscona persiguiendo generales con poder. Su mítico
marido reposa en el más popular camposanto de la Chacarita. Profanaron su tumba
hace años y se llevaron las manos del cadáver, que aún no han aparecido.
Estiman que Kennedy fue el
presidente más promiscuo y mujeriego de la política de los EEUU eclipsando los
tontos devaneos de Bill Clinton. El actor Robert Starck confesaría que había
conocido a muchas estrellas de Hollywood, pero que pocas de ellas podían
despertar un interés en las mujeres como Kennedy. Thomas Jefferson es una de las
mayores figuras estadounidenses, humanista e iluminado defensor de la igualdad
de los hombres con una esclava hermanastra de su primera mujer con la que tuvo
seis hijos y a la que nunca declaró libertad. Por eso pese al puritanismo y
a Hillary Clinton aparece como un pajarito. Obama tuvo y
tiene la mayor seguridad del pueblo de EEUU, dada su condición de hombre de
color. No puede desplazarse en coche descapotable y tiene que pactar cada día
con sus agentes y dar dos pasos en público, mientras Michelle le hace carantoñas
y bromea sobre sus broncas conyugales. Libro irresumible por la generosa
densidad de sus anécdotas históricas.
Un placer.
Arias junto a la periodista
Eva Celada han escrito:”La trastienda de la diplomacia “(editada por Plaza- Janes)
un compendio de historias que van desde Eva Perón a Barack Obama. Un libro fascinante
acerca de las relaciones internacionales.
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