11/1/11

¿BLOODY PARTY? (11-1-2011)

La izquierda es  omnivora  y come de todo como el hombre y el oso. El progresismo,  que aborrece EEUU y en su ignorancia de la sociedad americana identifica al Partido Demócrata con una versión de la socialdemocracia,  interpreta  la tragedia de Toucson como un crimen político incitado por el Tea Party, devenido en bloody.  Según  la OMS las dos principales enfermedades del siglo XXI en países desarrollados son la obesidad y la depresión asociada  a otros trastornos mentales. Entre más de trescientos millones  de estadounidenses hay sobrado espacio para los sociópatas, apoyados por la libre circulación de más de ochenta millones de armas de fuego. El fallecido Charlon  Heston presidió la Asociación Nacional del Rifle,  pero no era un fascista. La víctimada congresista Giffords era abortista y también defendía  el derecho a las armas, establecido por la segunda enmienda de la Constitución ya en tiempos fundacionales. El control sobre el armamento privado va estableciéndose gota a gota y en Washington D.C., Chicago  y San Francisco se han prohibido pistolas y revólveres. Pero tanto entre democrátas o republicanos hay defensores y detractores de la posesión de armas. El Tea Party es un movimiento ultraconservador que tiene sus raíces individualistas  en la revolución contra la Corona inglesa, no son una banda criminal ni incitan a matar a nadie, como no sea que Sarha Palin tenga instintos homicidas sobre los osos de Alaska. Las libertades civiles americanas tienen su precio, pero la izquierda europea  sólo ve América por el cine de Oliver Stone.

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