Reunido amicalmente con un Embajador israelí y su equipo le
pregunté por sus submarinos con misiles de largo alcance y cabezas nucleares
que patrullan constantemente el Mediterráneo oriental. Como Israel no figura
oficialmente en el club atómico militar temí que me tomara por inconveniente,
pero se rio: “Nuestra política oficial establece que ni confirmamos ni negamos la existencia de tales
submarinos”. Ergo, los poseen como todo el mundo sabe. Uno de sus diplomáticos
se condolió: ”Por territorio y población Israel no soporta un ataque nuclear y
solo quedaría arrojar al mar los cadáveres de los judíos. Una represalia
submarina sería la venganza de los muertos”. La seguridad es la obsesión
israelí desde su nacimiento, llevada a una entendible neurosis. Esa inquietud
explica la esquizofrenia (lo que la cursilería define como bipolar) del recién
enterrado general y primer ministro, Ariel Sharon, peor militar que político.
Las matanzas de palestinos en Líbano le convinieron para sacar a la OLP del
país y exiliar a Túnez a Arafat. La carnicería de Sabra y Chatila fue asunto de
las falanges cristianas libanesas, mientras Sharon miraba hacia otro lado. Hay
precedentes: el Ejército Rojo, a tiro de cañón de Varsovia, frenó en seco su
avance para que los alemanes destruyeran el ghetto y una sublevación obediente
al Gobierno polaco exiliado en Londres. El holocausto de los musulmanes bosnios
en Sebrenica se efectuó a la vista de un general europeo al mando de un
contingente de Naciones Unidas. Y las matanzas de los grandes lagos africanos
se hicieron mientras las tropas internacionales tiraban fotos. La formación
castrense de Sharon fue la de paracaidista en unidades contrainsurgentes, y eso
moldea muy mal carácter. Políticamente vaciar Gaza, con gran violencia, de colonos judíos, sabiendo
que entregaba la franja al terorísmo de Hamas, sentó con Cisjordania la
hipótesis de un Estado palestino. Doctor Jeckill y Mister Hyde. Israel carece de profundidad
estratégica y solo puede defenderse atacando. Habrá paz cuando árabes y persas
reconozcan la seguridad israelí.
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