28/7/85

El vengador de Haya de la Torre (28-7-1985)

Víctor Raúl Haya de la Torre, fundador de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), pagó con largos años de exilio, con asilo en embajadas de su propio país y con el peor de los suplicios -formar una mayoría parlamentaria y no poder gobernar- su pecado nefando de haber inspirado un partido interamericano.En América Latina se perdonan y hasta se alientan los nacionalismos, cuanto más estrechos mejor, pero no se toleran los movimientos que puedan conducir a alguna integración por debajo del río Grande.

Tras décadas de proscripción jurídica o de hecho, muerto Haya de la Torre, alcanza por primera vez el nombre del partido uno de sus más jóvenes discípulos: Alan García Pérez, nacido en Lima el 23 de mayo de 1949. Hijo de militantes apristas que sufrieron persecución y cárcel por sus ideas, ha trabajado desde su adolescencia para el partido. Conoció directa mente a Víctor Haya de la Torre en 1962, a los 13 años de edad.

Alan García se licenció en Derecho en la universidad limeña de San Marcos, y en la Complutense madrileña se doctoró con una tesis sobre La concepción jerárquica de la sociedad y el derecho constitucional en la independencia de América, dirigida por Manuel Fraga Iribarne. Estudió Sociología en La Sorbona y regresó a Perú re querido por Haya de la Torre para incorporarse al partido a nivel ejecutivo.

En 1978 accede a la Asamblea constituyente y establece la nueva Constitución republicana, y en 1980 es elegido diputado aprista encabezando la lista del partido.

Con el 90% de los votos es designado en 1984 candidato presidencial de la Alianza para las elecciones de 1985, en las que resultó elegido por el 50% de los sufragios, con una participación electoral de más de tres millones de ciudadanos. Este porcentaje de votantes era inédito- en la historia de Perú.

Excelente orador en el estilo castrista -largos períodos oratorios extendidos durante horas en la madrugada-, da una sensación, molesta para sus enemigos, de completa seguridad en sí mismo y en la solidez de sus recetarios ideológicos apristas.

Formado electoralmente a la norteamericana -continuos sondeos de opinión, reelaboración sistemática de prioridades políticas o económicas, memorización obsesiva de los temas más candentes-, Alan García está casado en segundas nupcias con una ciudadana argentina con la que tiene tres hijos. El nuevo presidente peruano aporta otra hija de su primer matrimonio.

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