Un coche bomba hizo
explosión a última hora de la tarde del sábado en Lima frente a las
instalaciones del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas peruanas, donde tiene
su sede la Secretaría de la Defensa Nacional. Tampoco en esta ocasión el
atentado ocasionó víctimas. La explosión provocó escenas de histeria entre las
fuerzas de seguridad, que se dispersaron por la zona disparando al aire y
buscando tiradores apostados.Los dos vehículos, que habían sido robados
previamente, denunciada la desaparición por sus propietarios y activamente
buscados por la policía, hicieron explosión portando, no obstante, sus placas
de matrícula originales. También durante la noche del sábado elementos
subversivos volaron dos líneas de conducción eléctrica en la periferia de Lima,
provocando apagones en cadena en El Callao y algunos poblados pobres de la
capital. Las medidas de seguridad -poco sofisticadas, pero masivas- impidieron
que se cumpliera la amenaza de Sendero Luminoso de dejar Lima a oscuras en las
vísperas de la transmisión presidencial.
Dado que el acceso de Alan
García a la presidencia peruana coincide con las fiestas patrias de la
independencia, con festejos extendidos durante los próximos días, la alarma en
Lima no terminará con la retirada de las delegaciones extranjeras. La policía busca
por toda la ciudad a 25 hombres
bomba,según un militante detenido de la organización Tupac Amaru que
confesó que preparaba atentados indiscriminados. Todos los vuelos privados han
sido cancelados en el área de Lima ante la desaparición en el Amazonas de dos
avionetas que podrían haber sido robadas por terroristas.
Altos responsables de la
policía y del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas continúan insistiendo en
su casi certeza de que el terrorismo peruano cuenta con infiltrados en las tres
armas y tropas de seguridad ciudadana. Abundan así en la tesis extendida en
Lima de que los guerrilleros urbanos de Tupac Amaru habrían sido desarrollados
por oficiales del Ejército fieles a la memoria política del general Velasco
Alvarado y a su frustrada revolución nacionalista.
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