Tras haber vivido varios
años en diferentes países en dos continentes nunca, como en las piscifactorías políticas, hallé tan alto
coeficiente de merluzos, merluza y
lamelibranquios. Al fin hemos caído en
que técnicamente, nuestra segunda preocupación la alimenta la clase política, porque la primera es la
situación económica, y la segunda, el desempleo, son resumibles. La
desconfianza viene de los posos de la Historia. Shakespeare ya escribía que la
política está por encima de la
conciencia, Y Robert Louis Stevenson que es la única profesión para la no se necesita ninguna preparación.
Voltaire es más vitriólico, como solía ser, cuando se le pregunta ¿ qué es la
política sino el arte de mentir deliberadamente? . Y Gumersindo de Azcárate abunda con Stevenson afirmando que la profesión de político
contrasta de político contrasta con toda
las demás en que no la afecta la necesidad general a todas de tener estudios, trabajos ni
preparación. Tournier se acerca a la escatología: “ Los
políticos practican la política como las mujeres públicas practican el amor.
Por oficio “.
Los vapores exultantes de la Transición de
la dictadura a la democracia, ha dado paso a ésta resaca, en donde los españoles se angustian tanto por el rumbo de éste
gobierno como el derrotero de la oposición en un bipartidismo imperfecto lleno
de recelos y suspensos generalizados. En los gobiernos, parlamentos,
autonomías, y municipios falta avituallamiento mental y se encuentra menos
cociente intelectual que entre los programas de televisión. Churchill reconocía que la democracia era el
menos malo de los sistemas políticos,
pero que desde la Grecia clásica no se había inventado nada mejor. Aquí “
manca finezza “ (Andreotti ) y estamos ayunos de de grandeza. Como en aquella
película estadounidense sobre el popular y villano senador caza brujas
de Joe Mc Carthy: buenos días y
buena suerte.
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