Una curva estadística y
empírica demuestra que los impuestos no pueden subir indefinidamente porque llega un momento en donde la línea
ascendente se dobla, decáela economía y el estado recauda menos, explicando así
la aparenta paradoja que el Presidente Ronald
Reagan aumentara el PIB estadounidense rebajando los tributos. No fue
una Arcadia feliz y se resistieron servicios asistenciales, pero la primera
parte de la ecuación es la más dañina de las dos. Dogma socialista es aumentar los
impuestos hasta que su misma hacienda tumbó el Estado de Bienestar sueco y el
moralista Igmar Bergman tuvo que
exiliarse en una isla danesa. Durante un tiempo, nuestros socialistas, caídos
del guindo, proclamaron eso que bajar los tributos era de izquierda, pero en
breve regresaron a su ser natural,
porque ¿ a dónde irá el buey que no are
?. Tras las lecciones de logopedia que
le ha quitado la dislexia y su aterrizaje al ministerio de Fomento, “Pepiño”,
adoptó maneras de Don José y creíamoslo
patricio dado al bien, pero nos acaba de poner en guardia ante más impuestos si queremos servicios de primera. El conjunto
de todos nuestros servicios públicos ( transporte, sanidad pública, pensiones, etc.)
son una mierda. Somos Polonia pero con AVE. Y no lo digo sólo yo; Carlos Solchaga siendo ministro de Economía
de Felipe González afirmaba que teníamos impuestos americanos y servicios
africanos. Las comparaciones con el resto de la UE son trampas para oso porque
no recibimos lo que se reparte en el Benelux, Alemania y los países nórdicos.
El nuevo socialismo español confunde la redistribución con el despilfarro y
habremos de tributar más porque ya dijo una “ministra de cuota “ que el dinero público no era de nadie. ¡ Pero
si están pagando impuestos hasta los parados con prestación !.
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