La oleada de ovnis
registrada el pasado fin de semana y el lunes en las provincias norteñas de
Argentina y Chile se desplazó el pasado martes hacia el confin austral de ambos
países. Pobladores de la Tierra de Fuego, en el fin del mundo, en Dawson,
Trelew, Puerto Madryn, Galman, Dolabon, y Florentinu Ameghino denunciaron el
avistamiento de una esfera luminosa, perfectamente nítida, de trayectoria
horizontal, errática. Tripulantes y pasajeros de un avión de la compañía
Austral en vuelo Buenos Aires-Trelew-Comodoro Ribadavia, visualizaron el ovni
que también fue detectado por la torre de control del aeropuerto Almirante Zar.
Ésta descartó que pudiera tratarse de un avión o un globo sonda.En la provincia
de Mendoza, en las estribaciones de la Cordillera Andina, se avistó otro objeto
volador esférico, ligeramente achatado y con luces rojas intermitentes, que
evolucionó sobre la provincia para desaparecer por encima de la cordillera
hacia su vertiente chilena. El ovni observado él lunes en la provincia norteña
argentina del Chaco fue nuevamente avistado el martes en todo el territorio.
El mayor Jaime Wilkinson,
jefe del Servicio de Inspección y Control del Instituto Meteorológico
Internacional argentino (dependiente de la Fuerza Aérea) ha declarado cautelosamente
que su departamento no puede dar explicaciones de los fenómenos masivos de los
últimos días, pero que según los datos que obran en su poder los avistamientos
cualificados no pueden ser atribuibles "de ninguna manera" a
manifestaciones meteorológicas.
Por el contrario astrónomos
del observatorio de La Plata -capital de la provincia de Buenos Aires- restaron
importancia a los sucesos, atribuyéndolos a la caída masiva de meteoros
celestes.
Sin embargo, astrofisicos
del observatorio chileno de Cerro Galán, que fotografiaron el ovni que
sobrevoló Santiago la tarde del sábado, descartan que se tratara de un globo
sonda o un satélite. Lo describen como una olla evolucionando en el espacio
ceñida por un anillo brillante. Respecto al supuesto meteoro caído sobre la
provincia de Salta, en el límite con Tucumán, el jefe de la Policía, Alberto
Javier Alderete, sobrevoló la zona por segunda vez en un Cessna que al no poder superar los 3.000
metros de techo sólo logró alcanzar las faldas de los cerros más altos. El
patrullaje a pie y a caballo de la zona podrá durar meses dadas las condiciones
geográficas, en ocasiones inaccesibles, del territorio a explorar.
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