21/10/10

LA MUJER MAS INTELIGENTE DE ESPAÑA (21-10-2010)

Desde muy pequeña Marta Eugenia Rodríguez de la Torre tropezó con problemas escolares. Tuvo la suerte de que a los seis años sus padres, maestros y psicólogos entendieran que la niña tenía algo de excepcional y tras una teoría de análisis y pruebas la encontraron un cociente intelectual de 218, que la colocaba en la estratosfera mental. Por encima de Albert Einstein. De 90 a 100 podríamos hablar  de un C.I bajo; de 100 a 110, estándar; hasta 120 el nivel empieza a ser alto; y a partir de 130 estamos ante personas superdotadas cuya alta velocidad de procesamiento de datos viene determinada por la ausencia de necesidad de pautas de aprendizaje y por la autonomía, independencia y singularidad en los caminos que toman para acceder al conocimiento. Por eso, Marta Eugenia no aprendía nada en una escuela convencional. La rigidez académica de la Universidad española la obligó marchar a Estados Unidos, donde se graduó en una veintena de especialidades, decantándose por el estudio del cerebro humano y la neurociencia e impartiendo más de seiscientas conferencias sobre estas materias. De regreso a España desarrolló el método “Sapientec”  sobre aprendizaje y estimulación de la inteligencia, y el “Babysapien” para mujeres embarazadas y menores de tres años. Mientras no se evalúe a otra superior, Marta es la mujer más inteligente de España, a menos que la rebase Belén Esteban y su cinturón de asteroides. Para su felicidad no es popular, ni siquiera conocida, y aún siendo de León y apellidándose Rodríguez jamás será ministra de cuota de Zapatero: es obesa, gasta gafas, viste de trapillo, no milita en el feminismo de boutique y sabe que los fetos son susceptibles de enseñanzas como seres humanos en formación. La autora ha publicado media docena de libros en inglés y español y edita en PLANETA su última obra “Todo sobre el cerebro y la mente”, apasionante viaje al conocimiento, los sentimientos y el aprendizaje.

El aprendizaje especialmente interesante es su tesis sobre los nasciturus. Dentro de un desarrollo integral de los sentidos de los bebés, y al respecto del aprendizaje, es preciso reseñar que, ya en el interior del vientre de la madre, el cerebro de los fetos, a través de un programa de estimulación cognitiva, puede aprender y recordar la información adquirida. La científica Cathelijne Van Heteren  y sus colegas del Hospital Universitario de Maastricht han utilizado observaciones de la habitación cerebral a determinados estímulos vibratorios y acústicos en distintos momentos para comprobar la memoria fetal de los estímulos en el útero. Descubrieron que en la semana treinta y siete de gestación los fetos contaban con la capacidad de recordar la información procesada mediante estímulos de naturaleza auditiva, aunque, en algunas ocasiones era preciso repetir los patrones de información emitidos para que el feto respondiera con propiedad o recordara con oportunidad. Y es más, el cerebro es capaz de responder a la voz de la madre, como ha expuesto Barbara Kisilevsky, doctora en ginecología de la Queen´s University de Canadá, quien ha realizado con su equipo una investigación en la que se evidencia que, de la misma manera que el corazón de los adultos se acelera en presencia de una persona por la que se siente afecto, el latido cardíaco del futuro bebé también aumenta cuando escucha los sonidos provenientes de la voz de su madre y esta frecuencia desciende cuando le habla otra persona extraña.


La estimulación mediante los sentidos también es posible de forma intrauterina. El feto puede aprender dentro del vientre materno, es capaz de registrar las emociones y de modular su aprendizaje hacia cotas de eficacia cuando éstas le proporcionan un grado de bienestar que le produce confianza e incrementa su atención. Marta Eugenia Rodríguez de la Torre tiene 41 años, permanece soltera y la ronda la idea de adoptar a un niño negro que aún no sabe que la gracia de la suerte le va a acariciar con su varita.

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