Es la pesadilla hospitalaria de las Unidades de Cuidados Intensivos :
cuando dializas al paciente por un fallo renal y a continuación se le
encharcan los pulmones y una infección oportunista le ronda el paquete
intestinal. Es el fracaso multiorgánico, prólogo de la muerte, que está afectando
al país. El partido del Gobierno ha
acampado en Ferraz y ha devenido en
socialismo asambleario y tienen fecha
electoral para todos los gustos; el Presidente y el Vicepresidente no
hacen tándem porque el candidato necesita salvar sus propios muebles aunque
tenga que depilarle las cejas al otro; las reformas necesarias que nos piden
son de pitiminí y el cáncer de la crisis se trata con analgésicos; los grandes
proyectos en marcha son los de la muerte digna
( muy oportuno ) y una Ley de Igualdad
parida por Leire y Bibí según el modelo orwelliano de “ 1984 “; los
veedores del FMI que pararán dos
semanas en España mirando los
papeles de Elena Salgado comprobarán que nuestro problema es antes político que
económico. Surrealista es el bloqueo del Tribunal Constitucional por
dimisión de tres de sus miembros. Su
Presidente Pascual Sala, es un juez de intachable hoja de servicios al PSOE,
pero ¿ quien es él para no aceptar las renuncias ?. La dimisión es personal e irrevocable y no pedirá Sala
que la Guardia Civil conduzca a sus
poltronas a los indignados, insumisos y dimisionarios. Si el
Constitucional se colapsa lo festejarán
los ciudadanos. Estamos como los
belgas que llevan un año sin Gobierno y son felices. La Puerta del Sol ha sido el reflejo deformante de nuestra
Administración paralizada por las
pesadillas de un ideólogo de provincias. En cualquier mástil español hay que izar la bandera del revés, señal internacional de socorro.
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