El modelo de los indignados acampados es Islandia. Su Primera
Ministra, Johanna Sigurdardottir, es lesbiana
(hace gala de ello ), por referéndum no paga la deuda con el Reino Unido
y Holanda, ha nacionalizado Bancos y
perseguido judicialmente a sus directivos, les han amenazado con las penas del
infierno pero comienzan a remontar la crisis. En su huida solitaria hacia
adelante han implementado el delito de pasividad y a su ex Primer Ministro , el
conservador Geir Hilmar Haarade, el
Parlamento le ha llevado a los Tribunales por “ negligencia grave “ al no tomar
medidas ante la crisis financiera. Puede recibir dos años de cárcel y una
importante multa pese a que está retirado y padece cáncer. Su paralelismo con
Zapatero es restallante, pero nuestra democracia no procesa a los ex
Presidentes ni aunque tengan humeando la pistola en mano. Sabiéndose impunes
pueden ser indolentes y aplazar su trabajo.
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