8/6/11

TRASPASO DE PODERES (8-6-2011)

Cuando el mariscal Rommel llegó a El Alamein y vió Egipto,  el  Cairo comenzaron a elevarse espesas humaredas que llegaban al Canal de Suez: los ingleses estaban quemando los archivos y hasta la impedimenta. Los furgones con documentos  saliendo de la Presidencia de Castilla-La Mancha son indignos de prudentes  porque lo que merece ser escondido se oculta meses antes de la posible derrota y no cuando se está entregando la plaza. Estamos perdiendo la cortesía política del traspaso de poderes que ha de hacerse entre sonrisas y transparencias. Pero los agujeros contables no pueden meterse bajo una piedra y Barreda y Bono, que ha tenido en un puño la Autonomía incluso como Ministro de Defensa y Presidente del Congreso, deberían explicarse ante el Tribunal de Cuentas. Lo mismo que habría  de ocurrir cuando Griñán y Chaves  intenten traspasar las cuentas del Gran Capitán. Alfonso Guerra auguró auditorías de infarto en cuanto el PSOE entrara en Moncloa y no hubo nada porque la agónica UCD nunca se distinguió por jugar con el dinero de los demás. El Partido Popular  tampoco  es  aficionado a las dramatizaciones y Aznar mantuvo clasificados los papeles del CESID sobre los GAL que hubieran puesto en un brete a Felipe González. La Presidenta Cospedal tendría que denunciar a Barreda ante el juez de guardia de Toledo pero no lo hará aunque la deje una administración harapienta. En el PP prima más la razón de Estado que en el PSOE, y éste cuando levanta las alfombras es para llevárselas. No sé si conviene al país mirar para otro lado y hacer bueno lo de Carmen Calvo, ministra de Cultura: que el dinero público no es de nadie. Si Castilla-La Mancha es lo que parece tiene que haber banquillo.

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