3/12/83

La viuda de Perón regresa a Argentina por invitacion expresa del presidente electo, Raúl Alfonsín (3-12-1983)

Las direcciones política, sindical y parlamentaria del justicialismo permanente reunidas en Buenos Aires en un cónclave permanente que revela muy bien la confusión reinante en el movimiento fundado por Perón. Intentan -hasta ahora infructosamente- adoptar una actitud común ante el regreso de la señora, silenciosa presidenta del partido.

María Estela Martínez de Perón (Isabelita) no se ha relacionado para nada con sus partidarios, excepción hecha del nombramiento desde Madrid de una comisión de enlace integrada por ultraverticalistas (losmonárquicos del peronismo) que carecen de relevancia alguna en la burocracia partidaria.Se ha anunciado que Isabelita llegará a Ezeiza y leerá un mensaje desde un podio, al que sólo tendrá acceso la citada comisión de incondicionales. Rechazó un helicóptero para trasladarse a Buenos Aires y cualquier tipo de protección que no sea estrictamente la que le otorgue el Gobierno en su calidad de ex presidenta de la República. Los dirigentes del peronismo siguen las evoluciones mentales de su presidenta por los periódicos, y ahora debaten si piden audiencia a la citada comisión para ver a Isabelita, o esperan pacientemente a que los llame, aun a riesgo de que no los cite jamás.

El terco mutismo de la viuda de Perón, sumado a su fracaso electoral, está desairando cruelmente a toda la dirigencia peronista derrotada el 30 de octubre Debe entenderse que la cúpula peronista está integrada por hombres por los que Isabelita se siente profundamente traicionada y con los que mantuvo durante su interrumpido mandato presidencial muy malas relaciones personales.

Isabelita, en suma, regresa a Argentina por pocos días, atendiendo una invitación del presidente electo, Raúl Alfonsín, y en su calidad de ex presidenta de la nación antes que de presidenta del justicialismo. Los radicales priman el viaje por lo que tiene de elemento disturbador en la descompuesta cabeza del peronismo, y por cuanto Raúl Alfonsin prefiere, obviamente, dar el saludo protocolario a Isabelita, antes que a su segundo en el partido, Lorenzo Miguel, exponente idóneo de los peores aspectos mafiosos del movimiento.Se cree, Finalmente, en Buenos Aires que Isabelita busca en este regreso respetabilidad y, acaso, antes pensando en Madrid que en su propio país. Llegó a Madrid poco menos que como ex presidiaria, liberada tras una condena por malversación de caudales públicos, y regresará como ex presidenta de una república americana.

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