Don Joaquín Ruíz Jiménez
fue un ministro de Educación durante el franquismo que fue destituido a raíz de
las algarabías estudiantiles de 1956. Por mal nombre “Sor” de su apellido
“fue siempre un demócrata cristiano de los
que no se comen a los leones. Fueron tales sus equilibrios políticos que se le
asoció con “la yenka” un baile entonces de moda
popularizado por el dúo más o
menos pedófilo de Enrique y Ana: la última desapareció y el primero se dedica a
propalar su homosexualidad por las miserias de la telebasura: izquierda,
izquierda, derecha, derecha, delante,
detrás, un, dos, tres….Era un buen hombre que se creyó la teoría del sociólogo
Juan Linz que a Franco lo sucedería la Democracia Cristiana, igual que el
notario Antonio García Trevijano creyó que le tocaba ser Presidente de la III
República.
Todo Presidente del Gobierno
merece un respeto por sólo los votos que le aúpan, pero a Rodríguez Zapatero a
pesar de los dramas personales subyacentes cabe tomarle a risa y bailar con él
la yenka. Toma medidas drásticas en el Consejo de Ministros y no las publica en
el Boletín Oficial del Estado. Edita otras, como el estrangulamiento de los
Ayuntamientos y rectifica al día siguiente. El BOE es el diario más importante
de España pero nuestro Presidente parece tenerlo como un pasquín o un panfleto
rosa. Es inevitable estimar que éste hombre estará lleno de buena voluntad pero
no sabe que quiere hacer. El capitán del Titanic era el mejor y el más viejo de la línea e
ignoró los icebergs en su rumbo. Por lo menos se hundió con su buque.
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