Cuando mandaba Alfonso
Guerra ordenaba a los cargos públicos que veranearan con la señora, botijos y un pañuelo de cuatro nudos en la
cabeza. Los desplazamientos estivales disminuyen la actividad y es un ahorro
que ciertos negocios cierren temporalmente
pero nunca entenderé por qué los políticos tienen que vacacionar como en un calendario escolar. Rodríguez
Zapatero nos dijo que el gobierno permanecería de guardia pero todos han desaparecido y solo hemos
visto a Rubalcaba en la garita. Ha hecho falta Afganistán para que el
Presidente se extrajera de sus misteriosas meditaciones. Como no le gusta
viajar habrá estado reuniendo fuerzas para el periplo asiático con el que ha
iniciado el curso para vender en Pekín
y Tokio más bonos españoles a aquellos que son nuestros principales tenedores
porque los encuentros con los empresarios autóctonos no han pasado de una modesta cortesía.
Los psicólogos diferencian entre contenido
manifiesto y contenido latente. El Presidente está paseando a un perro muerto y
todo es latencia hasta el calvario de los Presupuestos, las inciertas
elecciones autonómicas, o a la huelga general de fin de mes. La geometría
variable de la que hace gala ZP no es una sutileza política sino el más descarnado eclecticismo
( y escepticismo ) al servicio de
su permanencia en el poder, lo que le ha
permitido pasar de pirómano a bombero sin cambiar el casco. Patxi López será puenteado por el PNV que les
ayudará a aprobar los Presupuestos aunque cruja la caja única y solidaria del
Estado, y el voto que falta lo pondrá
Coalición Canaria a cambio de otras gabelas. El PSM perderá en Madrid y
su Alcaldía, y el PSC romperá un hueso
en Cataluña. Los “cursis brotes verdes “ alimentarán a los burros pero no
al veinte por ciento de parados sobre la
población activa, y la disminución del déficit se debe más al nuevo incremento
del IVA, un impuesto que desguaza a las economías domésticas, más que al ahorro
gubernamental. El ideólogo comunista Antonio Gramsci definición a la crisis cuando lo viejo no acaba de morir
y tampoco lo nuevo no acaba de nacer. Ésa es la verdadera transición que estamos
viviendo.
Por eso en éste verano malgastado se ha
vuelto a remover el brebaje del descontento militante hacia el jefe y dé la
oportunidad a unas elecciones anticipadas.
No es Tomás Gómez el que ha dicho: “No servían “, como el Diablo, sino
el más peligroso Cándido Méndez que ha pasado del más fiel
colaboracionismo a la diatriba,
poniendo en la calle a UGT y dejando a
su derecha a CCOO de Fernández Toxo. Pero el poder es más pegadizo que la mano
de novio y nuestro nuevo socialismo poco
revoltoso, a diferencia de la derecha cainita, que siempre se está repartiendo la herencia en
los juzgados. El Presidente adelantará
las elecciones cuando las ranas críen pelo y no es un Calvo Sotelo que las
adelantó para perderlas.
Pasado el efecto estacional del turismo volverá a subir el desempleo y
analistas nacionales y extranjeros coinciden que el 2011 no será un buen año
aunque nos recuperemos algo arrastrándonos, y es que nuestra economía se parece
a los mineros del desierto de Atacama, esperando que descienda el agujero salvador.
Con tal paisaje hacer cirugía sobre unas pensiones, ya congeladas, será un acto de valor. El sistema jubilatorio
provoca esquizofrenia: la mayoría dan para una infravida y si no
aumentamos los años de cotización, el
tinglado quebrará. ¡Qué solidaridad supondría que diputados y senadores se
prolongaran mucho más de los ocho años para embolsarse una jubilación de
platino!.
A esto, los políticos lo llaman demagogia. Ha sido el agosto del aplazamiento; UN VERANO PERDIDO.
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