5/9/10

UN VERANO PERDIDO (5-9-2010)

Cuando mandaba Alfonso Guerra ordenaba a los cargos públicos que veranearan con la señora,  botijos y un pañuelo de cuatro nudos en la cabeza. Los desplazamientos estivales disminuyen la actividad y es un ahorro que ciertos negocios cierren temporalmente  pero nunca entenderé por qué los políticos tienen que vacacionar  como en un calendario escolar. Rodríguez Zapatero nos dijo que el gobierno permanecería de guardia  pero todos han desaparecido y solo hemos visto a Rubalcaba en la garita. Ha hecho falta Afganistán para que el Presidente se extrajera de sus misteriosas meditaciones. Como no le gusta viajar habrá estado reuniendo fuerzas para el periplo asiático con el que ha iniciado el curso para   vender en Pekín y Tokio más bonos españoles a aquellos que son nuestros principales tenedores porque los encuentros con los empresarios autóctonos no han pasado  de una modesta cortesía.

Los psicólogos diferencian entre contenido manifiesto y contenido latente. El Presidente está paseando a un perro muerto y todo es latencia hasta el calvario de los Presupuestos, las inciertas elecciones autonómicas, o a la huelga general de fin de mes. La geometría variable de la que hace gala ZP no es una sutileza política  sino el más descarnado  eclecticismo  ( y  escepticismo ) al servicio de su permanencia en el poder,  lo que le ha permitido pasar de pirómano a bombero sin cambiar el casco.  Patxi López será puenteado por el PNV que les ayudará a aprobar los Presupuestos aunque cruja la caja única y solidaria del Estado, y el voto que falta lo pondrá  Coalición Canaria a cambio de otras gabelas. El PSM perderá en Madrid y su Alcaldía, y el PSC  romperá un hueso en Cataluña. Los “cursis brotes verdes “ alimentarán a los burros pero no al  veinte por ciento de parados sobre la población activa, y la disminución del déficit se debe más al nuevo incremento del IVA, un impuesto que desguaza a las economías domésticas, más que al ahorro gubernamental. El ideólogo comunista Antonio Gramsci definición  a la crisis cuando lo viejo no acaba de morir y tampoco lo nuevo no acaba de nacer. Ésa es la verdadera transición que estamos viviendo.

Por eso en éste verano malgastado se ha vuelto a remover el brebaje del descontento militante hacia el jefe y dé la oportunidad a unas elecciones anticipadas.  No es Tomás Gómez el que ha dicho: “No servían “, como el Diablo, sino el más peligroso Cándido Méndez que ha pasado del más fiel colaboracionismo  a la diatriba, poniendo  en la calle a UGT y dejando a su derecha a CCOO de Fernández Toxo. Pero el poder es más pegadizo que la mano de novio  y nuestro nuevo socialismo poco revoltoso, a diferencia de la derecha cainita,  que siempre se está repartiendo la herencia en los juzgados.  El Presidente adelantará las elecciones cuando las ranas críen pelo y no es un Calvo Sotelo que las adelantó para perderlas.

Pasado el efecto estacional  del turismo volverá a subir el desempleo y analistas nacionales y extranjeros coinciden que el 2011 no será un buen año aunque nos recuperemos algo arrastrándonos, y es que nuestra economía se parece a los mineros del desierto de Atacama,  esperando que descienda el agujero salvador. Con tal paisaje hacer cirugía sobre unas pensiones,  ya congeladas,  será un acto de valor. El sistema jubilatorio provoca esquizofrenia:  la  mayoría dan para una infravida y si no aumentamos los años de cotización,  el tinglado quebrará. ¡Qué solidaridad supondría que diputados y senadores se prolongaran mucho más de los ocho años para embolsarse una jubilación de platino!. 

A esto,  los políticos lo llaman  demagogia. Ha sido el  agosto del aplazamiento;  UN VERANO PERDIDO.

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