7/10/83

El procesamiento del presidente del Banco Central argentino divide al Ejército (7-10-1983)

El presidente del Banco Central argentino, Julio González del Solar, fue puesto el miércoles en libertad tras 10 horas de interrogatorio en el sur del país por el juez federal Pinto Kramer. González del Solar regresó a Buenos Aires en el avión presidencial Tango 02 y estudia con el presidente su delicada situación legal, ya que, como procesado, no puede ostentar la presidencia del Banco Central a menos que reciba un indulto del poder ejecutivo.A primera hora de la tarde de ayer se esperaba la llegada a la capital del ministro de Hacienda, Jorge Whebe, quien al parecer recibió seguridades en Nueva York de no ser detenido a su arribo al aeropuerto de Ezeiza. Finalmente, el Gobierno, pese a la precariedad de su influencia, logró arrebatarle el caso al juez Kramen la Cámara Federal de Apelación de Comodoro Rivadavia aceptó el recurso gubernametal por incompetencia del juez patagónico, quien a su vez podría ser procesado, y en 48 horas levantará provisionalmente la congelación judicial de las negociaciones sobre la refinanciación de la deuda exterior de Aerolíneas Argentinas. El juez Kramer, apodado desde su juventud el Loco, no ha hecho otra cosa que entrar como caballo en cacharrería en el complicado problema de la deuda externa, instigado por un sector ultranacionalista de la fuerza aérea.

Los argentinos entienden ahora que en 1976 se instauraran en el país tres repúblicas bien diferenciadas: la del Ejército de Tierra, la naval y la aérea, incapaces de colaborar entre sí ni durante la guerra de las Malvinas. A escasas fechas de las elecciones, la pelea interarmas está a punto de ser reflotada hasta las primeras, páginas de los periódicos.

Tras la reunión mensual del teniente general Nicolaides, jefe del Ejército y responsable de las elecciones, con sus generales de brigada y división, el Ejército de Tierra reunió a los periodistas para formular una declaración inusualmente dura, en la que se califica de indispensable la asunción por el país de esos compromisos internacionales y se denuncia. "la acción irresponsable de ciertos sectores y personas que, con el pretexto de la renegociación de nuestra deuda externa, han generado un clima de angustia y escepticismo que conspira gravemente contra la normalización constitucional del país".


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