Por primera vez en siete años, el Día de la Raza
ha vuelto a ser festivo en Argentina y la bandera española ha ondeado en las
calles céntricas de Buenos Aires. El proceso . militar suprimió la fiesta y la
derrota en las Malvinas la resucitó, al redescubrirse los argentinos como
latinoamericanos. Y por una vez esta sociedad pudo reconciliarse en los salones
de la embajada de España, centro de la jornada; desde los generales y políticos
de la dictadura militar hasta los candidatos de la inminente democracia, pasando
por el Nobel de la Paz Pérez, Pérez Esquivel, y las madres de la plaza de
Mayo, con sus pañuelos en la cabeza, convivieron todos por unas horas al
amparo de nuestra representación.José Luis Messia y Jiménez presentó sus cartas
credenciales como embajador de España ante la República Argentina al presidente
Reynaldo Bignone. Messía, procedente de la embajada en Estrasburgo, sustituye a
Manuel Alabart, de inminente jubilación. En los círculos polítitos porteños se
reconoce positivamente la vieja preocupación del nuevo embajador por la defensa
de los derechos humanos y sus relaciones personales con la actual Administación
española.
La Prensa de
Buenos Aires destaca declaraciones de Mercedes Rico-Godoy, directora general
para Iberoamérica (quien recientemente visitó el país), en el sentido del deseo
del presidente español, Felipe, González, de asistir a la toma de posesión de
su colega argentino tras las elecciones del 30 de octubre, que restituirán la
democracia al país.
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