22/11/10

2 DIAS DE NOVIEMBRE (22-11-2010)

Como decían con acierto los revolucionarios soviéticos de 1917 “hay días que valen por años”. Lo que hemos vivido es una extraña y abreviada Semana de Pasión con un domingo de resurrección en Cataluña y un lunes de dolores en la Bolsa y en la confianza financiera internacional. Según las filtraciones del dominio Weakileaks la diplomacia estadounidense tiene a nuestro Presidente por izquierdista trasnochado y político cortoplacista que usa la política Exterior en clave interna y llegó al poder por la mala gestión del PP del atentado del 11-M. Nunca lo había recordado por no ser cruel, pero en verdad Zapatero alcanzó el Gobierno trepando por una montaña de doscientos cadáveres y dos mil heridos, a menos que en aquellos días aciagos mintieran todas las encuestas que, unánimemente, daban al PP, como poco, la mayoría minoritaria. Tiene que ser amargo para un hombre recordar por las noches, aunque sea inocente, que debe su carisma a una matanza superior a la del coronel-general Custer y su 7º de caballería en Little Big Horn.

Los días que corren por años han comenzado a darse en Cataluña con el hundimiento de la sucursal socialista y el suicidio del asténico Montilla. Primer “round”. El segundo será la elección municipal y autonómica, y el tercero las generales de 2012. A Zapatero ya no le queda tiempo ni para el cortoplacismo, y el juego de espejos de una rendición de ETA es un cuento  de Andersen, absolutamente contingente, que es o no es, y que no va a decidir ningún vuelco electoral como no sea en el País Vasco.

La Unión Europea no cree en las tibias y aplazadas restricciones económicas del Gobierno y prevé más destrucción de empleo, más déficit, menos crecimiento, consumo anoréxico y una desconfianza inversora que cede el paso a los especuladores que compran deuda barata al interés shakesperiano de Shylock en “El mercader de Venecia”. Como venganza inconsciente el Comisario socialista europeo, Joaquín Almunia, que quiso gobernar España en coalición con los comunistas, siembra la sospecha de que como hicieron Grecia e Irlanda estamos falseando u ocultando nuestros datos, mientras la Bolsa parece una tuneladora vertical y el dinero está más atrapado que los mineros chilenos. La alarma es de bomberos pero los operadores del PSOE la toman como pito de sereno. El Gobierno alardea el ahorro de la supresión del ministerio de Igualdad cuando Bibí y sus funcionarios se han trasladado a no hacer lo mismo al departamento de Sanidad y asuntos varios. El Presidente cancela viajes internacionales, y a los empujones de Merkel y Sarkozy nos propina una enésima dosis homeopática de reformas. Los parados de larga duración dejaran de percibir la exorbitante  ayuda de 426 euros mensuales y engrosarán con sus familias las colas nocturnas ante la basura de los supermercados, como si no se despilfarrara dinero público en gollerías municipales, autonómicas y estatales. Regresa Pío Baroja con “La busca”. A su pesar, Zapatero patenta la sociedad del malestar.

El Presidente no ha leído las conversaciones de Goethe con Eckermann, en las que el gran alemán concita su desprecio: “Odio la chapucería, como los pecados, pero especialmente la chapucería en los asuntos públicos, de la que no derivan sino daños para miles y millones de seres”. ¿Cuántos millones necesita Zapatero?. El izquierdista trasnochado se decanta por la máxima de un espadón como el general Narváez: “Gobernar es resistir”. Sabíamos por Lenin que el izquierdismo es la enfermedad infantil del comunismo. En dos días de Noviembre hemos comprobado que el zapaterísmo y su despreocupada muchachada son el sarampión de la socialdemocracia. No hacía falta que nos lo confirmara la indiscreción de los chicos de Hillary Clinton. ¿Les suena el término “argentinización”?. Pues eso.

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