Guillermo Cabrera Infante me enseñó la crónica de un periodista
desmayado que entre las barbas se hacía lenguas de la alfabetización
castrista retratando a una anciana que a la puerta de su casa, leía con fruición todos los volúmenes de “El
manifiesto comunista” de Marx y Engels,
que descartando sus inumerables prólogos no alcanza el folleto ni a media hora de lectura, y es en lo
único donde ha ganado el régimen castrista, ésa monarquía comunista hereditaria,
es la batalla de la opinión pública más
sentimentaloide que para evitar ser el burdel de los EEUU, han conseguido ser
la casa de putas de todo el mundo. La UE prefiere la reticencia. Zapatero y Moratinos con el tacto de codos. La
Iglesia Católica ha conseguido lo imposible: ablandar un poco las cárceles
cubanas e ir liberando a los presos de conciencia. Como siempre Dios escribe
derecho con renglones torcidos. Una esperanza mientras se muera ”El Caimán”. Es la Iglesia Católica la
única que puede pacificar la salida democrática de la Isla.
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